Parar en seco
William Ospina
Navona
Barcelona, 2017
69 páginas
La Santísima Trinidad es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sobre el padre y el hijo poco hay que comentar: son familia y, se supone, deben de quererse. Pero el espíritu santo es harina de otro costal. Esa paloma o ese éter, traducido a la superficie terráquea, solo puede ser poder o dinero. O dinero, que es tanto como poder. Así el Sacro Imperio Romano conquistó millones de hectáreas y hasta masacró con la viruela a millones de personas. O de humanoides o marionetas, suponemos. Porque personas eran el Padre y el Hijo, ambos caucásicos, aunque uno de ellos algo moreno. Siguiendo la línea marcada por el imperio, se ha llegado a un mundo al borde del colapso. El ensayo del mismo título, de Jared Diamond, debería ser leído en todos los cursos de bachillerato, y releído en las facultades y en las peluquerías. William Ospina (Padua, Perú, 1953) nos ofrece un breve texto que bien podría ser el epílogo del libro de Diamond.
Sigue leyendo en Culturamas
No hay comentarios:
Publicar un comentario