Más
allá de los límites
Kilian
Jornet
Now
Books
Barcelona,
2025
216
páginas
Mientras
la mayoría nos preocupamos por los problemas de aparcamiento, o por la posible
multa que nos caerá si nos excedemos en los minutos en que hemos aparcado el
coche subido a la acera, hay quien se dedica a enviarnos mensajes que contienen
la carga de que es posible vivir. Estamos embarcados en una espuma de los días
en que aguardamos a que deje de suceder lo que está sucediendo y venga, por fin,
la vida. La vida es eso que sucede mientras uno espera a que llegue la vida. A
no ser que se apodere de ti la alegría de vivir, que es algo que sucede
bailando, pero sólo durante un corto espacio de tiempo, o en la naturaleza,
donde el tiempo deja de existir, porque lo que se impone es el momento. Lo que
nos lleva enseñando Kilian Jornet debería colgar, en buena medida, el aviso de
que no debemos intentarlo en casa, porque los actos son una barbaridad, un
portento físico, pero su espíritu debería llegarnos como llamada de atención:
todavía es posible hacerse uno dueño de lo que está por venir.
No
podemos elegir muchas cosas, demasiadas, que nos van a condicionar, pero tenemos
arcilla suficiente entre las manos como para construir lo que sea que nos ayude
a ser dueños de nuestros días y nuestras noches. En esta ocasión, Jornet nos lleva
a los Alpes, donde realiza uno de esos proyectos que son exclusivos de alguien
con sus capacidades físicas y su iniciativa: ascender las 82 cumbres de más de
cuatro mil metros en el menor tiempo posible. Lo consigue en 19 días. Una
barbaridad. Para ello se vale de su talento y de un material estupendo, pero
también de una planificación apropiada, aunque planificar el clima de los Alpes
más allá de unas horas es casi imposible. Pero Jornet, y su equipo, sabrán
adaptarse. En su relato, comprobaremos los detalles de lo que va haciendo, la
descripción de la ruta y la toma de decisiones, pero llama también la atención
las apariciones constantes de viejos amigos con los que se reencuentra y
emprende parte del proyecto. Como siempre, a pesar de los detalles técnicos y
de precisiones físicas, a pesar del desarrollo cartográfico, lo que se impone
es la alegría de vivir. Esa es la enseñanza que transmite, con garantías,
Jornet, una vez más. En ese sentido es ejemplo, porque uno va leyendo la hazaña
y no puede dejar de preguntarse si este muchacho no se lesiona nunca.
Aunque
lo que a Jornet termina por preocuparle es el deterioro de la montaña. Él ha
vivido en los Alpes, y en su regreso constata lo que está suponiendo para la
naturaleza el cambio climático y los destrozos ambientales. En apenas veinte
años, se ha perdido gran parte de la riqueza natural. De ahí que este libro
también tenga la intención de ser una llamada de atención, un empuje a la
acción por una causa que a todos nos afecta: no podremos luchar por la alegría
de vivir si no tenemos un mundo sobre el que luchar. Y para ello nos ofrece un
libro hermosísimamente editado, en el que la belleza de las imágenes puede
sobrecoger por momentos, pero siempre resultará de un magnetismo que nos empujar
a querer estar ahí, aunque sea viajando más despacio de lo que lo hace Jornet,
pero con la misma satisfacción.

No hay comentarios:
Publicar un comentario