miércoles, 13 de noviembre de 2024

LA IMPOSTURA

 

La impostura

Zadie Smith

Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino

Salamandra

Barcelona, 2024

477 páginas

 

 


Un espectador debe ser un documento el blanco, alguien dispuesto a registrar sin prejuicios y a partir de ahí, llegar a conclusiones o que lleguen a conclusiones quienes tengan acceso a lo que se ha observado. El principio se complica cuando nos damos cuenta de que el mundo es coral, muy coral. Tratar de descifrar una vida es una labor ingente, pero intentar descifrar todas y todos los lazos entre ellas, es una tarea inmensa. Tal vez ese sea el origen de la moral, y más en concreto de la moral pública, que nos coloca el suelo bajo los pies y que, en ocasiones, no deja de ser un padecimiento. Desde luego lo es en el caso de Eliza Touchet, la principal protagonista de esta novela de Zadie Smith (Londres, 1975), de la que se nos dice que es arisca, un poco severa, ingeniosa, alguien a quien la ira le resulta tan natural como respirar. Y la veremos navegar en un Londres lleno de prejuicios, el del siglo XIX, donde se debate, por ejemplo, la práctica de la justicia frente a la práctica de la caridad. O la realidad frente a la novela.

La impostura (The Fraud, es su título original en inglés) es una novela histórica que parte de un farragoso juicio en el que un carnicero de habla cockney, de Australia, defiende ser un aristócrata, y reclama sus privilegios y su fortuna como tal. Eliza Touchet es un ama de llaves de un novelista venido a menos, que asiste a un juicio cuya notoriedad se expande hasta dar pie a una locura populista alrededor: la multitud de partidarios del demandante está formada por oficinistas, maestros de escuela, disidentes de todo tipo, tenderos, capataces, doncellas, cocineros e institutrices. Mientras tanto, asistimos a la vida de los personajes con los que Touchet comparte sus días, entre los que destaca William Ainsworth, el novelista en decadencia que prepara una boda rápida con una criada, más joven que sus hijas, a la que acaba de dejar embarazada. Ainswotrh ha escrito una novela ambientada parcialmente en Jamaica, ambientándola a partir de un folleto de propaganda de 1820, cuando gran parte de Inglaterra podía engañarse a sí misma creyendo que la abolición del comercio trasatlántico de esclavos equivalía a la abolición de la esclavitud. Dado que la mayor parte de la novela está compuesta en diálogos, esto dará pie a intervenciones que reflexionan sobre creación literaria, que se intercalan con otras que tienen más sentido, pues lo que está siempre presente es las dudas que genera no tener una opinión formada acerca de lo que es la verdad: cabe preguntarse por qué los personajes y acontecimientos ficticios son facsímiles de aquellos sobre los que se inspira, o se trata acerca de las controversias sociales siempre tamizadas por la religión, conservadora, que debe convivir con cierta la ética del progreso.

Pasearemos por un Londres más cosmopolita de lo que hasta ahora habíamos imaginado en esa época, en un viaje que tiene una estructura por momentos confusa. Smith nos traslada libremente por el tiempo en una serie de capítulos cortos, en ocasiones muy cortos, en los que no existe, eso sí, ninguna frase aburrida. Smith tiene muy en cuenta aquel comentario de Paul Valéry advirtiéndonos contra esas narraciones llenas de frases tipo la marquesa salió a las cinco. Tal vez ese espíritu creativo de la propia Smith de nuevas dimensiones a momentos como ese en que nuestro escritor dice no comprender el aprecio de nuestra protagonista, futura escritora, por una obra como Middlemarch, sin aventuras, sin dramas, sin asesinatos. Pero se trata de una obra sin fallos, sin debilidades. Y frente a ese mundo, va apareciendo aquí y allá Jamaica, como un misterio del que nos llega algún testimonio acerca de la esclavitud y el sufrimiento, anclándonos, de vez en cuando, a los asuntos que son menos triviales.

La impostura es un retrato de sociedades en pleno cambio, a la vez que un retrato de las ambiciones frustradas a través distintas personas, para el que Zadie Smith crea a un personaje antológico, una mujer que interviene, pero cuya principal cualidad es la inquietud por estudiar a la humanidad.


Fuente: Zenda

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario