Cita con la cumbre
Juanjo San Sebastián
Desnivel
Madrid,
2005
192
páginas
13,50
euros
Gracias por existir
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Publicada por primera vez hace unos cuantos años en una de
esas editoriales que se rigen por criterios periodísticos, es decir, para las
que una obra pierde su vigencia con la celeridad con que una noticia desplaza a
otra en la cabecera de los telediarios, Desnivel rescata este texto para que
conste que merece estar entre los fondos de cualquier biblioteca. También de
las particulares.
Juanjo San Sebastián es un alpinista que frecuenta
toda clase de aventuras, desde la escalada de paredes norte al boxeo
aficionado, desde el vuelo sin motor hasta las grandes alturas. Cargados de
prejuicios, uno puede pensar que un tipo duro, un superviviente del Himalaya,
apenas ha tenido tiempo para cultivarse o para educar su sensibilidad. Y uno
puede engañarse. Estamos ante un escritor que se emociona ante un trago de
aire. Y, por supuesto, ante la amistad y su expresión más extrema.
El libro se inicia con unas hermosas páginas acerca
del aprendizaje y el sufrimiento. Remontándose a su infancia, Juanjo asocia los
hechos que moldearon su vida con el tipo de dolor que le produjo. Y ese
aprendizaje le resultará imprescindible no sólo para superar la pérdida de
algunos de sus dedos tras un escalofriante episodio en el K2, sino también la
amputación interna, la más dolorosa, de la pérdida de un amigo que fallece en
sus brazos. Y así, a lo largo de las siguientes páginas, en las que detalla los
sucesos que se precipitaron en las alturas, los vivacs por encima de ocho mil
metros, la dureza de la escalada, las inclemencias meteorológicas, el
desfallecimiento, los accidentes, la flaqueza y los encuentros, Juanjo San
Sebastián va refutando ese tópico de la conquista de lo inútil con el que se ha
calificado con frecuencia a este tipo de aventuras, y que los propios
montañeros han hecho suyo. El contenido del libro, en realidad, es elogiar la
versión más pura de la utilidad: lo inútil no es lo opuesto a lo práctico, y
nadie con una mente armada para lo práctico se lanzaría a trepar cuatro mil
metros de pared en una región empobrecida por el oxígeno; lo inútil es lo
opuesto a lo útil, y nada hay más útil que vivir. Ese es el objetivo de este
libro, demostrar que se está vivo, que se ha vivido. De ahí que se escoja a la
amistad como el reflejo más caro del sentido de la vida. Juanjo debe de pensar,
como Joseph Conrad, que la mayor de las virtudes humanas es la lealtad.
Resumamos el contenido del libro: grabando un documental
para Al filo de lo imposible, cinco
alpinistas afrontar la vertiente norte del K2. Dos de ellos hacen cima y
descienden, y unos días más tarde, Atxo y Juanjo hacen cima a su vez. En el
descenso se ven atrapados en una tormenta y un accidente les separa. Juanjo
corre mejor suerte y puede refugiarse en un campo de altura, mientras Atxo
afronta su tercer vivac. Sabiendo que es casi imposible que sobreviva, y a
riesgo de su vida, Juanjo llega hasta Atxo mientras dos de sus compañeros
acuden en su ayuda subiendo desde el campo base. Otro montañero, un italiano,
renunciará a la cumbre del K2 para estar junto a ellos las últimas horas de
vida de Atxo. Todos actúan bajo una idea no revelada: que Atxo no se sienta
solo.
Cita con la
cumbre es
un libro elegíaco, escrito por un montañero que carece del don poético de la
metáfora pero que, milagrosamente, elude caer en la sensiblería apocada. Es un
libro para todos, es un homenaje a lo mejor del hombre: “No me ocurre lo mismo
con Atxo, ni con unas cuantas personas a las que he perdido en estos últimos
años, cuyo vacío puedo conservar ahora, exento de dolor. Si se pudiera inventar
alguna clase de estimulador o artilugio que llenase esos huecos, no me lo
pondría jamás”.
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