Este es el artículo con la selección de libros del mes de mayo para Sal&Roca.Cuatro recomendaciones amigas para romper suelas.
Este
mes nos centramos en cuatro formas de viajar. Cada una de ellas reflejada por
un autor español. Porque no todo se reduce a los testimonios de grandes
expediciones, de grandes alturas, de inmensas rutas oceánicas. Porque no todo
es competición, porque viajar por viajar, y a ser posible caminando, sigue
conservando el valor de lo auténtico, la medida por la que nos debemos regir,
que es la vida humana.
En la ciudad sumergida
José
Carlos Llop
Alfaguara
Madrid,
2017
338
páginas
No
es fácil encontrar a eso que se conoce como aventurero urbano. Ni siquiera
podemos certificar que exista. Existe, eso sí, el paseante. En Francia y
Alemania se les conoció como flaneurs,
un término que no acaba de encajar en el caso de José Carlos Llop (Palma,
1956). Llop no es un hedonista recorriendo calles. Llop es un poeta. Y la
primera ciudad que debe descubrir, esa que todos damos por supuesto que
conocemos y de ahí que no nos adentremos en ella, es la ciudad en donde vive.
En este caso, Palma de Mallorca. Con mucho lirismo, con una mirada que ve a
través del asfalto y las paredes hacia el pasado, con una inteligencia que
reconoce el sentido de cualquier gesto en las personas con las que se
encuentra, Llop nos descubre que los lugares tienen su espíritu, y que el
espíritu, dado que es humano, se lo regalan los que por allí pasaron. Palma es
la ciudad que ve, pero también la que pudo ser. Un libro hermoso.
Sinopsis:
«A principios del siglo XXI, la
ciudad donde nací dejó de ser la ciudad donde había nacido. La ciudad real se
convirtió en la ciudad de la memoria y sus calles, en el eco de las calles
donde yo había vivido. Sólo el eco -como los pasos en un escenario vacío-, y su
recuerdo, un espejismo. Pensé en la ciudad distinta y en la literatura como en
un testamento del tiempo. Y supe que debía escribir este libro.»
Escrita con el poder evocador y la
belleza que definen la literatura del autor, esta obra es la crónica de una
ciudad -Palma de Mallorca-, situada en la encrucijada entre Oriente y Occidente
y con el mar como frontera inmóvil. Una emocionante elegía por un lugar que tal
vez nunca más podrá volver a ser lo que fue en las brillantes décadas de los
sesenta y los setenta, cuando artistas e intelectuales, aristócratas, testigos
de la Segunda Guerra Mundial, hippies, espías, exiliados y soldados
estadounidenses entrecruzaron sus vidas con los habitantes de la isla.
Historias
de salacot y fortasec
Enrique Vaquerizo
VAP
Madrid, 2017
320 páginas
Ahora sí, ahora nos vamos de viaje al
continente que significa viaje por excelencia: África. Nombrar la palabra
exploración y venirse a la mente el mapa de África es una reacción inmediata.
Luego vendrán otros viajes, pero primero está África, el país de los dogones,
los conflictos étnicos, el Sahel y la selva… Un inmenso territorio donde, más
que en ningún otro sitio del mundo, y por más tiempo que uno pase allí, siempre
será un extranjero. Para ser africano uno debe haber nacido en Camerún o
Zambia. Enrique Vaquerizo no tuvo esa suerte. Pero sí se le permitió ese amor,
ese noviazgo que refleja en este libro donde la historia tortuosa del
continente se compagina con las sonrisas de los niños. Cualquiera de las dos,
es sincera. Enrique Vaquerizo es uno de esos viajeros que vagan, cuyo destino
se va perfilando sobre la marcha, contagiado por tal o cual tentación,
iluminado por una leyenda o cautivado por una intriga. Vaquerizo consigue
transmitir la sensación de que el tiempo en África no transcurre a la misma
velocidad que en el resto del mundo. Y se convierte en explorador por ser la
primera persona en compartir el fuego y el aire con una anciana o con los
habitantes de un arrabal en el que nadie se atreve a entrar.
Sinopsis:
Historias de salacot y Fortasec es una crónica de descubrimiento,
desengaño y amor hacia esa África que no suele aparecer en los documentales de
sobremesa. Esa parte del continente vacía de animales y safaris, pero llena de
caminos polvorientos, alertas de las embajadas, medicamentos para la malaria,
enjambres de niños y, sobre todo, vivencias sorprendentes. A través de
veintisiete postales repartidas por ocho países de África Occidental, el libro
muestra la cotidianeidad del viaje por la región del Sahel, una experiencia más
cercana al uso indiscriminado del Fortasec que a las idealizadas estampas
africanas de Hemingway en salacot posando bajo las nieves del Kilimanjaro.
Así, subidos a furgonetas atestadas,
motocicletas que se caen a pedazos y cayucos que apenas flotan, acompañaremos
al autor en su trabajo como cooperante en una leprosería de Níger, en sus
intentos por extender las redes sociales por el Sahel, en la visita a un
anciano rey de líbido desatada en Camerún o en su encuentro con los últimos
pigmeos del continente. Siempre bajo la persistente amenaza del terrorismo en
la región y la dureza de la vida de sus habitantes. Este libro supone una
incursión en ese género que son los libros sobre África a través de su región
menos contada, la occidental. Sus páginas son un viaje rebosante de encuentros
humanos e historias desconcertantes y, sobre todo, de mucho, mucho humor.
Mabuhay. Bienvenidos a
Filipinas
Ramon Vilaró
Península
Barcelona, 2017
268 páginas
Vilaró (Vic, 1945) es un veterano en
esto de los viajes y en esto de escribir. Y se nota el oficio. Durante cuarenta
años ha visitado Filipinas en infinidad de ocasiones: como corresponsal, como
documentalista, como viajero. Al cabo de ese tiempo y de tomar notas, se ha
dado cuenta que viajar a un país es viajar a sus gentes. Es cierto que a sus
gentes, a su vez, les ha construido el país: la pobreza, el paisaje, los
vínculos, la ética que surge de una forma natural, sin tratados ni
enciclopedias. Esas son las Filipinas que lleva Vilaró dentro. Puede haberse
entrevistado con políticos de alto rango, con escritores, con empresarios o con
cualquier otro personaje destacado. Pero las señas de identidad siempre serán
las de los humildes. Al contrario de lo que sucede en África, en estos países
de Asia uno se sabe extranjero, pero los siente como un hogar.
Sinopsis:
Mabuhay, bienvenido. Es la
expresión con que los filipinos reciben a quienes, como Ramon Vilaró, vienen de
lejos. Pocos conocen mejor que este periodista y escritor el nuevo destino de
moda del sudeste asiático, de cuyas sacudidas políticas ha sido a menudo
testigo directo. Sobre todo de las más recordadas, como el final de la
dictadura de Ferdinand Marcos y las revueltas que llevaron al poder a Cory
Aquino.
Pese a ello este no es solo
un recorrido por la historia reciente de Filipinas. Profundo conocedor del
país, Vilaró suele buscar en sus viajes las huellas aún vivas de más de tres
siglos de colonización española. En Baler resistieron los últimos de Filipinas
y en el valle de Cagayán aún recuerdan las visitas de Jaime Gil de Biedma,
empleado de la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Perviven los apellidos
españoles —impuestos a la población— y, en Zamboanga del Sur, incluso algunos
restos de chabacano.
Mansiones señoriales,
ingenios azucareros, pequeños poblados en playas paradisíacas, iglesias siempre
llenas, un vibrante patrimonio gastronómico y cultural… Mabuhay es sobre todo una invitación a
emprender, felices, un viaje a un país tan próximo como lejano, tan desconocido
como familiar, intensamente vivo, al que su atractivo turístico y la
presidencia del polémico Rodrigo Duterte han vuelto a poner en el primer plano
de la actualidad.
El triunfo de
los principios. Cómo vivir con Thoreau
Toni Montesinos
Barcelona, 2017
526 páginas
Thoreau es una leyenda. Thoreau es un
mito. Uno puede elegir entre la realidad de la vida de Thoreau o su mito.
Walden, la cabaña minúscula en la que convivió con la naturaleza, a pelo,
durante varios años, está situada a cuarenta, tal vez cincuenta, dependiendo de
la nevada, minutos a pie de la ciudad donde vivía la familia de Thoreau. El
mito es Walden. Quedarse con la posibilidad que estaba a su alcance de ir a
diario a la ciudad para sentarse junto a un buen fuego, es matar el mito. Y por
tanto matarnos a nosotros, que tan necesitados estamos de mitos. Toni
Montesinos (Barcelona, 1972) es ya casi eso que se conoce como un escritor
profesional. Pero no escribe sobre cualquier cosa. Montesinos sabe que para
conseguir un buen libro, uno debe escribir teniendo muy claro qué es lo que
ama. En este caso el mito: los principios de Thoreau que son los que surgen de
caminar, sencillamente caminar, por la naturaleza. Fáciles de reconocer.
Complicados de transcribir. De ahí esta empresa que Montesinos resuelve con
solvencia: una biografía emocional de Thoreau, que apenas se alejó de su lugar
de nacimiento, pero que rompió suelas durante kilómetros y kilómetros de
parajes hermosos, de bosques, de costas, de aquellos lugares que simbolizan la
libertad.
Sinopsis:
Se asocia frecuentemente a
Henry David Thoreau tanto con la desobediencia civil, en un contexto de lucha
contra la esclavitud y la guerra en unos Estados Unidos que se estaban
formando, como con la atracción que sintió por la vida de los indios. Pero lo
cierto es que este observador de la naturaleza y el comportamiento humano
abordó en su día todo lo que hoy es importante para nosotros. En Walden,
pero también en el resto de sus libros, diarios y cartas, habló desde una
perspectiva autobiográfica de la amistad, el amor, la economía, la educación,
la política, la religión, la hipocresía social… Siempre asentándose en ideas
firmes y practicando la austeridad, confiando en los sentidos y la intuición,
con la voluntad de hacer de su presente algo que le trascendiera.
El triunfo de los principios es una biografía de Thoreau y a la vez un recorrido por sus
reflexiones y experiencias, un cuestionamiento de nuestra vida actual desde la
ocurrida a mediados del siglo xix en un pequeño pueblo de Massachusetts,
Concord, donde también residieron Emerson, Hawthorne y L. M. Alcott. La
inteligencia y belleza de sus escritos, en los que destaca el tono irónico o contundente
sobre sus conciudadanos, su fe en la autoconfianza, en la bondad como la mejor
inversión, en la eliminación de las necesidades autoimpuestas, nos sugerirán
comprender, por decirlo con sus palabras, la esencia de la vida, y hacer del carpe
diem, la sinceridad y la sencillez un faro de comportamiento y
pensamiento cotidiano.
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