martes, 27 de febrero de 2018

SOBRE SÁNCHEZ


Sobre Sánchez
Osvaldo Baigorria
Varasek
Madrid, 2017
172 páginas

Este es un libro estupendo.
Aquí debería acabar la reseña, porque explicar las razones por las que un libro es estupendo, debería sobrar. Lo conveniente sería leerlo.
Al final de la reseña ofrecemos más información sobre Néstor Sánchez, un apunte biográfico de esta figura única en la literatura mundial. En cuanto al libro que tenemos entre manos, uno se atrevería a decir que, utilizando en cierta medida las estrategias de Cortázar en Rayuela, donde el clásico es una obra pesada, trabada, Osvaldo Baigorria (Buenos Aires, 1948) triunfa a lo grande. El libro, como una sinfonía, se divide en tres partes. Aunque la segunda se trate más bien de un interludio, por lo breve.
En la primera, se intenta reproducir una biografía de Néstor Sánchez: excéntrico, vehemente, inusitadamente desaparecido como escritor y en vida como persona, pobre, ególatra, bipolar e inadaptado, místico o tal vez esquizofrénico, misántropo pero obsesionado con la muerte (pretendía vivir 300 años) y, en definitiva, la representación por antonomasia del lumpen. Y, por supuesto, vagabundo. La biografía resulta tan incompleta que no puede sino reflejar la vida de Sánchez como un espejo roto y con los pedazos esparcidos devuelve la imagen. Eso sí, en cada uno de ellos queda grabada la vehemencia de Sánchez, que no cesaba de denunciar la pérdida de poesía en la literatura contemporánea. Imita a los beatniks o no se sabe si a los hippies, durante su apogeo en los años 70 y 80. Visita a París con afán de ser bohemio y en Manhattan sobrevive como un sin hogar.
En el interludio, se intenta interpretar la figura o entender quién fue Sánchez. Sabiendo el fracaso de cualquier interpretación, Baigorria nos lleva por el camino del deseo de que nos encontráramos frente a un sabio, casi un gurú.
La tercera parte puede leerse como tal, o intercalada con la primera, dado que tiene la forma de notas finales. Pero no es sino la descripción de los viajes del autor a la hora de seguir los viajes de Sánchez. Están redactadas de tal modo que se leen con continuidad, como un nuevo relato en el que es imposible separar vida y obra. Se impone el concepto de la actualización del nómada, la idealización que susurra que la única forma auténtica de viajar, la única que ya no es turismo, al menos en occidente, es la del puro vagabundo. Como notas, está repleto de conjeturas. Se permite salirse del relato, para indagar en el proceso creativo y en el ámbito del proceso creativo. Sánchez, lo reconoce, es un buen cínico, pues no carecía de lirismo. Pero, además, como el propio Baigorria, está convencido de que la libertad es una utopía real. Es decir, que uno es libro si realmente quiere sentirse libre.
Como no podía ser de otra manera, el libro está escrito con un extraordinario sentido del oído. Suena como debió ser la vida y el habla de Sánchez. Suena con acento argentino. Podríamos analizar qué tipo de híbrido es y meternos en el fango de los rizomas y metatextos. Pero mejor que eso, dejemos la afirmación inicial como conclusión. Este es un libro estupendo. Ojalá lo lean miles de personas.


Fuente: Culturamas

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