Todos los males, nos dejó escrito Karen Blixen, se curan con agua salada: con el sudor, con las lágrimas… con el mar. Con un mar con el que teníamos una deuda pendiente, por lo complejo que resulta encontrar la actual literatura del mar que merezca la pena. Están, sí, los libros de Patrick O’Brien, que ha creado una escuela que se acerca más a Emilio Salgari que a Herman Melville. Con todos los respetos para el escritor italiano. Y están casos aislados, deslumbrantes, como el libro de memorias de William Finnegan, Años salvajes, que a todos nos enamoró. Y está, también, esas frases fabulosas que de vez en cuando surgen en las líneas de Manuel Vicent, para quien el Mediterráneo sigue siendo una mirada, el alma, las lágrimas y el sudor. Ahora bien, ¿qué ha sido de esos marineros de Conrad? ¿Dónde se esconde el Lord Jim del siglo XXI? ¿Y qué fue de los viajes a los mares del sur, acompañando a Stevenson que, durante la lectura, se convierte en nuestro mejor amigo? ¿Qué ha sido de la representación del miedo encarnada en un cachalote blanco, cuando todos sabemos que el miedo solo se proyecta sobre aquello que no es desconocido? Y si algo desconocemos es el mar. Si la huella ecológica sigue su curso, el hombre habrá destrozado el mar antes de terminar de conocer su fondo y sus especies. Pero estamos a tiempo de seguir viviendo el mar de diferentes maneras. Y buscando entre las estanterías, hemos seleccionado cuatro muy diferentes que no podemos dejar de sugerir.
El mar es tu espejo
Catalina GayáMorlá
Libros del K.O.
164 páginas
Una crónica sobre la decadencia de los marineros varados en los puertos del Mediterráneo. Si la literatura del mar alcanzará una nueva madurez, será por la denuncia de la decadencia de quienes viven de él o a través de él. Aquella imagen romántica se ha ido al garete. Las naves mercantes están llenas de marineros explotados hasta el punto de que ya no pueden ser nada pendencieros, porque se les agotó la energía.
En 2009, la periodista Catalina GayàMorlà conoció a Faisal, un marinero paquistaní que llevaba más de un año viviendo a bordo de un carguero abandonado en el puerto de Barcelona. A raíz de aquel encuentro, Catalina emprendió un viaje para contar la existencia desesperada de aquellas tripulaciones que, en plena crisis, fueron abandonadas por sus empresas en los puertos, sin recursos para volver a sus países ni para alimentarse.
En los puertos de Barcelona, Estambul, Ceuta, Gibraltar, Civitavecchia y Suez, la periodista convivió con estos hombres derrotados, cuya vida fue devastada por el capitalismo más salvaje, y visitó sus barcos, siempre impregnados con la herrumbrosa pátina del abandono. Catalina ha escogido un verso de Baudelaire para nombrar su viaje al abismo: "El mar es tu espejo".
El mar interior
Philip Hoare
Traducción de Joan Eloi Roca
Ático de los libros
350 páginas
Todavía maravillados por su inmenso ensayo sobre las ballenas, Leviatán, Philip Hoare amplía las miras hacia todo lo que viva de la superficie del mar hacia abajo. Un homenaje sincero, tierno y delicado sobre lo que deberíamos amar. Un libro que solo se puede escribir desde el entusiasmo. Un libro lleno de historias sensacionales que explica nuestra atracción atávica hacia los océanos. Un texto en el que se recupera el poco romanticismo que puede quedar de un mar cada vez más contaminado: el cariño por la vida que contiene y por el pasado de la convivencia natural del hombre por él.
El mar nos rodea. Nos da vida, nos proporciona el aire que respiramos y la comida que ingerimos. Es cambio incesante y presencia constante. Ocupa dos terceras partes de nuestro planeta. Y a pesar de estar presente en nuestras vidas diarias, apenas le damos importancia.En El mar interior, Philip Hoare nos propone redescubrir el mar, sus islas, aves y bestias. Navegando entre la historia humana y la natural, Hoare emprende un viaje en el que conoceremos a personajes espectaculares, desde científicos hasta guerreros tatuados, pasando por cuervos, ballenas y extrañas criaturas que podrían, o no, haberse extinguido. En parte biográfico y en parte guía de viajes fantástica, El mar interior propone al lector un asombroso viaje de descubrimiento.
Agua salada
Charles Simmons
Traducción de Regina López Muñoz
Errata Naturae
165 páginas
Errata Naturae, una de nuestras editoriales favoritas, ya recuperó un libro fundamental en la literatura del mar: Un crucero de verano por las Antillas, de LafcadioHeran. Pero mientras aquél era un libro de viajes, esta historia es ficción. O no. Porque la ficción se alimenta de la realidad y la realidad se alimenta de la ficción. Y en este caso el libro es una realidad universal: ¿quién no ha deseado enamorarse a la orilla del mar y, a ser posible, en una isla perdida, donde siempre es primavera? La novela comienza con todo lo que puede suponer la vida: “En el verano de 1963 yo me enamoré y mi padre se ahogó”. Imposible resistirse a seguir leyendo.
Así arranca esta extraordinaria novela sobre el paso de un adolescente por los oscuros recovecos de la pasión adulta. Agua salada es una revisión contemporánea de la novela corta de Turguénev Primer amor, pero ambientada en un paisaje estival de agua, cielo y arena bellísimos. En ella, con momentos tan poderosos como los de cierto Nabokov o el Salinger más celebrado, se relata de manera apasionante los trascendentales «sucesos amorosos» que cambiaron a una familia para siempre.En una remota isla de la costa atlántica, en un lugar idílico que siempre ha sido fundamental en las vidas de todos ellos, el quinceañero Michael y sus padres inician sus habituales y apacibles vacaciones… Hasta que la aparición del amor y las pasiones, tanto las juveniles como adultas, quiebra esa calma intocada hasta entonces.
Hay en estas páginas distintas formas de amor: el sensual, el paternal o filial, el romántico… Magistralmente, Charles Simmons explora el corazón mismo de la necesidad de sentirnos deseados, la complejidad de los vínculos padres-hijos y la adolescencia de un chico con todos sus anhelos, confusiones y desengaños. Y lo hace con una prosa tan luminosa como los paisajes de esta fascinante novela.
Trilogía del surf
Willy Uribe
Lince ediciones
300 páginas
No podíamos dejar atrás el amor a esa parte del mar que es la costa, es decir, a las olas. Willy Uribe ya es casi un veterano en el mundo de los libros: escribe, fotografía y vive lo bastante cerca del mar como para que el surf sea otra de sus vehemencias. Hasta tal punto que resulta imposible reflejarla con el testimonio. De ahí que donde no llegan los dietarios, tenga uno que recurrir a la imaginación. El libro se compone de tres historias con alma de novela negra. Y ya se sabe que para construir una novela negra uno deba manejar muy bien el oficio literario: construir personajes, crear tramas, sorprender al lector.
Trilogía del Surf es un volumen reúne tres novelas que suman las dos pasiones convergentes de Willy Uribe: el surf y la literatura. Estas tres historias perturbadoras están hechas de mar, incertidumbre y escalofrío.
Más allá de Al Ganzug remite a un encuentro improbable en una playa mauritana entre dos desertores. La cólera ciega de un policía les unirá frente a la violencia.
Doce poemas de amor en Zicatela reconstruye la desaparición de dos jóvenes australianas en una playa del Pacífico mexicano, un suceso marcado por una imparable corriente de enigmas y deseos.
En Nanga un vasco que se hace llamar Tim vive oculto en una isla de Indonesia; pero su refugio dejará de serlo cuando el pasado regrese para acosarlo.
Tres atmósferas y tres intrigas construidas mediante una prosa exacta. Como ha dicho Ramiro Pinilla, «leyendo estas historias tenemos la feliz sensación de que lo que cuenta Uribe no podía contarse de otro modo».
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