Belleza
en el caos
Setouchi
Jakuchò
Traducción
de Natsumi Masuko y Teresa Herrero Ferrio
Satori
Gijón,
2024
355
páginas
En
un tiempo en que consumimos literatura apresurada, escrita con premura,
despojando a la prosa hasta dejarla en un hueso pelado que se lee con la misma
facilidad que tiene comer un perrito caliente, que alguien se preocupe por la
creación de una obra lenta es abrir una ventana para que entre aire fresco. En
este caso, esa obra es un clásico japonés, un clásico contemporáneo, obra de la
escritora Setouchi Jakuchò (1922 – 2021), siempre preocupada por las
sensaciones y por el amor. Jakuchò es delicada y nos trata con delicadeza. Esa
es la intención más clara que transmite esta obra: todo se merece un gran
respeto, el respeto de vivir, tanto las personas sobre las que escribe como los
lectores. Nos está llevando a la vida cultural de un Japón que se encuentra en pleno
proceso de cambio. Los paradigmas se cuestionan, como se están cuestionando en
el resto del planeta. Pero hablamos de un país que se enfrenta a una tradición
de distinto peso a la que se debe superar, tal vez para vencerla o tal vez para
que conviva con las nuevas formas sociales, en otras regiones. El feminismo, que
está en el eje de la obra, llega a Japón como atravesando una membrana hasta
hace poco impermeable. Y es una de las puntas de lanza con las que se empiezan
a quebrar las convenciones, muchas de ellas herederas de una moral que la propia
autora califica, en algún momento, como feudal.
«Su
estudio de tres tatamis y su shakuhachi de bambú, que no molestaban a nadie,
eran lo suficientemente satisfactorios para él; un puñado de felicidad para el
joven nihilista, por el que se sentía bendecido. Enredarse en la vida de una
joven pueblerina, con el olor a mugre del cuello de su kimono, podría resultar
insoportable». Así nos ubica, para narrarnos la vida de Noe Ito, una de las
grandes pioneras de las corrientes feministas y anarquistas en Japón. Como es
sencillo deducir, el libro nos hablará de lo convulso. Pero su autora consigue
que el libro sea tranquilo, sobre todo tranquilo, resolviendo uno de esos
anatemas que pesan en los proyectos literarios: cada historia requiere un
lenguaje y se supone que para expresar lo convulso deberíamos expresarnos
convulsamente, pero aquí se nos da una lección que supera lo literario, pues el
respeto, la calma, como apuntaba John Berger, es lo más revolucionario que
existe.
Lo
natural, para nuestra autora, es narrar. Al tiempo que se desarrolla la
biografía de Noe Ito, se asiste al propio proceso de creación del libro. Lo que
nos engancha, desde el principio, es algo tan sano como la curiosidad, el ansia
por descubrir a alguien cuyos esfuerzos por salir adelante, en lo personal y como
voz para los demás, están plenamente inmersos en buenos conceptos de honor y de
amor. No es baladí el epígrafe de Sakae Òsugi que precede al relato: «La
belleza solo reside en el caos, la armonía siempre es engañosa». Si el caos es
más creativo que el orden es debido a que el orden es previsible, mientras que
del caos puede surgir cualquier cosa. En este caso, será la búsqueda de una
convivencia no tradicional, no considerada armónica en las convenciones
tradicionales, impregnada de amor en una maraña de complicadas relaciones, con
libertad amorosa, lo que dará pie a la belleza, que se expresa siempre, eso sí,
con cortesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario