De la amistad con una
montaña
Pascal Bruckner
Traducción de María
Belmonte Barrenechea
Siruela
Madrid, 2023
149 páginas
Uno desea que la maldad
sea un fluido que se disuelva en la naturaleza. Ahí es donde suceden las
mejores puestas de sol, la calma del mar tras la tormenta, las nubes
aborregadas viajando despacio sobre el azul del cielo, el sonido de los pájaros
en las auroras o las pisadas sobre terreno blando. Willa Cather, la escritora
estadounidense que reflejó en su obra la nostalgia por las praderas mientras
residía en Nueva York, salía todos los días a pasear por Central Park descalza
para sentir que todavía no se había separado de la tierra. Pascal Bruckner
(París, 1948) elige la montaña y las versiones vitales con que se puede
convivir con la montaña, desde la del ganadero hasta la del alpinista de alto
rendimiento.
Este libro es un tratado
sobre la necesidad de salir de la habitación, eso que uno no sabe si atreverse
a llamar viaje. A veces ese viaje sucede a la puerta de casa.
Bruckner recupera
pensamientos que han surgido a partir de su experiencia en la montaña,
incluyendo en su experiencia lo que han comentado los demás, que vive casi con
la misma intensidad que las propias. El tratado es delicioso. En realidad, es
un apunte para animarse a vivir, para demostrarnos que no es posible vivir por
inercia, que la vida no nos sale al paso, que debemos ser nosotros los que la
busquemos. Y que sí, que puede ser muy hermosa, que hasta el lametazo de una
vaca puede ser una sorpresa agradable. Ordenado en capítulos temáticos —la muerte, el esfuerzo, la amistad, la naturaleza, la
literatura, las sensaciones, etc.— va desglosando fascinaciones y
alivios. La naturaleza se nos muestra como un lugar donde aprender a vivir,
aprender algo que vamos a llamar sinceridad, y que se aleja de Netflix, Amazon
o Tínder. Son este tipo de obras las que nos remite a la belleza de nuestros
episodios en la Tierra y a la necesidad, por tanto, de preservarla. Y para ello
es imprescindible la amabilidad, la generosidad, todas las buenas acciones y
los buenos sentimientos que nos ayudan a reconocer las regiones bondadosas del
mundo. Lo contrario nos remite a la paranoia.
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