Matar a Pablo
Mark Bowden
Traducción de Sandra
Lafuente
Big Sur
Barcelona, 2023
360 páginas
En Medellín se organiza
un tour oficial de Pablo Escobar, que incluye la visita al museo que lleva su nombre,
a una tienda exclusiva de productos Pablo Escobar, por la zona de fuga, por sus
lugares predilectos, algunas casas significativas y acaba en el cementerio. En
la tienda se venden tazas y llaveros con su retrato, para que no caiga en el olvido
esta figura, que tanto significó en medio planeta en las décadas de los ochenta
y los noventa. En cierta ocasión, se dice, llegó a ofrecer al gobierno
colombiano el pago íntegro de la deuda exterior a cambio de su total impunidad.
Su fortuna se cimentó en el mercado de la cocaína, que damos por supuesto que
llegó a controlar en un ochenta por ciento mundial. Pero no era sólo la droga y
sus consecuencias lo que hicieron de él un mito, también ese dominio que llegó
a tener de su entorno, a partir del uso de las armas, en lo más extenso, y de
la misericordia, en lo más local. Es fácil encasillarlo como un criminal
sanguinario, pero no tanto como el tipo que construía edificios para el bien de
sus vecinos. En cualquier caso, es alguien del que siempre que nos hablan
queremos conocer algo más.
Loving Pablo, la película de Fernando León de
Aranoa, puede ofrecernos una buena puerta de entrada, y la serie de Netflix Pablo
Escobar, el patrón del mal nos llevará a una profundización un poco mayor.
Pero casi todo está contenido en esta crónica, Matar a Pablo, de Mark Bowden
(Estados Unidos, 1951), que se lee como si la droga estuviera recorriendo
nuestras venas, y nos sentara muy bien. Es una recreación tan intensa como
atractiva de la vida de Pablo Escobar, aunque el motivo para describirla sea la
iniciativa que se llevó a cabo desde los gobiernos de Estados Unidos y Colombia
para acabar de una ver por todas con su vida. Los anteriores intentos de
liquidarle o encarcelarle también quedan retratados, así como cualquier episodio
significativo de su vida. Pero debemos aclarar: antes hemos dicho que casi todo
está contenido en esta crónica, porque Bowden evita los conflictos
descarnadamente humanos. No asistimos al Pablo enamorado o a la mujer
desengañada. Aquí de lo que se trata es de galopar por los acontecimientos como
quien los sobrevuela, pero sin privarse de cercanía. La recreación es minuciosa,
una labor encomiable a partir de numerosos libros, entrevistas, artículos y
documentos. Bowden se muestra como un auténtico especialista en dosificación de
datos y momentos, en hallar secuencias de clímax, en mantener vivo el aliento
del lector. El libro está confeccionado con mucho oficio y escrito al galope.
Es otra de estas muestras de periodismo histórico que nos pueden acompañar en
cualquier momento del día.
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