lunes, 23 de julio de 2018

PIRENAICA

Pirineos a pleno pulmón

Ander Izagirre vuelve a echarse kilómetros a la espalda para mostrarnos los Pirineos desde el sillín de su bicicleta, atravesando la cordillera de oeste a este y subiendo a sus puertos más míticos. Una travesía que disfrutamos tanto como una conversación con el mejor amigo.

Artículo completo en La línea del horizonte.



Lo difícil es hacer de la vida algo sencillo. Una bicicleta por hogar no quiere decir que todo lo que necesites para vivir durante una temporada quepa en las alforjas de un aficionado al cicloturismo. Nada de eso. La bicicleta es el medio de transporte reducido al esqueleto y que obliga al esfuerzo del viajero. Al esfuerzo físico, desde luego, pero también a soportar con humor las penurias. En realidad, lo único que necesita un viajero es una tarjeta de crédito. Pero no se trata de eso, porque supondría quitarle todo el romanticismo al paisaje. La bicicleta y los Pirineos forman todo lo que necesita Ander Izagirre para trazar un proyecto de vida. Sencillo y hermoso. Como en cualquier deporte de naturaleza, se dispone del campo de juego más bonito. Y luego está el aprendizaje, porque exige una ruta y esa ruta es algo que se ha trazado a lo largo de la historia. Desde los esclavos del siglo XX, perdedores de una guerra civil, hasta el Cantar de Roldán, y pasando, cómo no, por la permanente presencia de Induráin.

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