Los años de la espiral
Jon
Lee Anderson
Traducción
de Daniel Saldaña París
Sexto
Piso
Madrid,
2021
707
páginas
La
década por la que viajamos está impregnada del chavismo y sus consecuencias, de
la revuelta en Cuba a cuenta de la desaparición de Fidel Castro y de la nueva
política de Obama, del proceso de paz en Colombia o las consecuencias de las
catástrofes en Haití. Pero Anderson sabe que no se puede analizar una década
como si fuera un paréntesis: todo remite a un pasado que afecta al sustrato de
los países, como el peronismo en Argentina o el PRI en México, a un carácter en
el que han convivido siempre los poderosos y las tomas de poder con las
revoluciones y la canción protesta. La documentación que maneja Anderson está
bien digerida, hasta el punto de no exponerla, pues intenta ser más un testigo
directo y empaparse de los protagonistas. ¿Quiénes son los protagonistas? Políticos,
militares, escritores, gente que ocupa líneas en los titulares de prensa, gente
con la que conversa en extenso, personas sobre las que va escribiendo perfiles
que afectan a los demás, a los actores secundarios, al pueblo, al que se acerca
de vez en cuando en los que quizá sean sus párrafos más humanos, donde la
humanidad se desborda. Conocemos a los poderosos, a los malos, sin renunciar a
la posibilidad de que hayan producido algún bien, sí, a pesar de que uno sea
loco y otro sanguinario. Hay menciones geopolíticas y de políticas sociales, y
de tendencias o tiranías económicas, pero hay, por encima de todo, intención de
acercarse a los fracasos humanos, a los humanos que conviven con el fracaso, en
diferentes grados.
Ateniéndonos
al contenido histórico político, el libro empieza donde triunfan, a la par, el
chavismo y las proximidades del chavismo desde la izquierda -Evo Morales, Lula
da Silva, Bachelet, Mújica- y el neoliberalismo que viene desde los Chicago
Boys y su intervención en Chile, y recorre esa etapa de regímenes de izquierda
que ha dado su fin, en un afán de péndulo, con personajes que en la literatura
de Anderson no reciben adjetivos, aunque son casi una burla, pero que se toma
muy en serio: Donald Trump, Jair Bolsonaro, Jeanine Añez… Si bien todo está
mirado a través de un filtro de decadencia. Apenas cabe la ilusión de vivir
cuando se arrima a algún escritor como Leonardo Padura o a algún viejo miembro
de las FARC ahora dispuesto a integrarse en una rebelión más jacobina.
Todos
estos son los años de la espiral, en la metáfora que maneja Anderson, una curva
que se interrumpe con Trump y sus acólitos, con una nueva política que segrega
naciones y pueblos, es racista y fomenta el patriotismo de bandera en la
frente. Mientras tanto, de aquellos tiempos queda Maduro y Daniel Ortega, que
representa mejor que nadie la afectación de la egolatría y la tentación del
despotismo. De todo esto -y mucho más, mucho más humano- nos habla, paso a
paso, eso sí, este periodista comprometido y leal, maestro de la crónica y del
reportaje.
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