Lady
Tyger
Silvia
Cruz Lapeña
Libros
del K.O.
Madrid,
2020
101
páginas
Hija
de la escasez, Lady Tyger, sobrenombre con el que Marian quiso darse a conocer
en los cuadriláteros, representa la resiliencia social en todos los aspectos:
en una época en la que el machismo se imponía al racismo, ella padecía ambos.
Su objetivo era poder boxear, así, sin más, sólo competir como hacen los
hombres y, ya en los años setenta del siglo pasado, también los hombres de color,
Mohamed Ali o George Foreman. Viene de un mundo en el que es frecuente caer en
la delincuencia y en el que algunos, como ella, ven en el boxeo la posibilidad de
un trabajo honrado y de ser alguien. Jamás llegaría a tener gran nombre en el
deporte y su lucha fraguó muchos años más tarde, cuando ella ya llevaba décadas
retirada. La mujer que nos presenta Silvia Cruz Lapeña (Barcelona, 1978)
vincula su biografía al movimiento de liberación de la mujer, de esas mujeres
que, a mayores, lo único que tienen es el cuerpo, ni siquiera el color de la
piel. “Es duro ser negro. ¿Has sido negro alguna vez? Yo fui negro en una ocasión,
cuando era pobre”, dirá, por esa época, Larry Holmes, campeón de los pesos pesados.
Este
perfil de perdedora, de digna perdedora, está escrito con muy buen oficio, y
contiene, también, una carga de profundidad política: estamos en un Nueva York
que ya es el centro del mundo, un resumen de la sociedad contemporánea, y contemplamos
cómo se rige, cuáles son los principios que hacen de la polis un lugar de
encuentro fracasado. Que Lady Tyger se pase la vida librando batallas, hasta
llegar a la huelga de hambre, por conseguir una mera licencia federativa, habla
de lo mucho que deja de desear la apertura social. Las leyes, efectivamente, no
son iguales para todos. Pero la autora no sólo se centra en las batallas, sino
también intenta rellenar ese deleznable hueco que hallamos en la historia:
¿quién las narró? Por entonces, nadie. Por el contrario, la carrera de Mohamed
Ali, el anti-Lady Tyger, ha sido repetida y su ejemplo recomendadísimo. En
buena medida, aparece aquí y allá en el libro para mostrar la divergencia, para
mostrar que el sexismo es una inercia más difícil de superar que los complejos
de raza.
Con
este volumen Libros del K.O. da el pistoletazo de salida a una colección de
perfiles largos, o biografías cortas, sobre personajes contradictorios, sobre
aquellos que se ocultaron tras el volumen sonoro de los que ocuparon tanto
espacio. Pero sin ellos, sin los conflictos humanos y sociales que van
reflejando, nuestra condición humana sería mucho más pobre.
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