sábado, 5 de mayo de 2018

RECOMENDACIONES DE MAYO EN SAL&ROCA


Las mejores crónicas para el mes del libro

Es el mes de las ferias del libro. Es un mes para pensar en grandes obras por su escritura, en lugar de las aventuras insólitas. Traemos una selección de libros que os encantarán, porque leer es posible que no sea una aventura, pero cuando nos sumergimos en un libro y lo vivimos como propio, que es un derecho que tiene el lector, pocas experiencias nos resultan más gratas. Estos cinco libros son un lujo, diamantes que vienen de las minas de todo el planeta.


Imagen de la India
Julián Marías
La línea del horizonte
104 páginas

Otra de esas recuperaciones a las que no nos terminaremos de acostumbrar, y que tienen a la misma editorial por protagonista. ¿Cómo hace La línea del horizonte para encontrar estos libros? El texto es breve y conciso, con todos los prejuicios razonables y razonados de un pensador cuya mejor cualidad fue la divulgativa. Un hombre joven se interna en las ciudades más representativas con la intención de aprender. Antes hemos hablado de prejuicios, sí, los que podía tener alguien en 1959, que nos resultan tan extraños como la propia India. Con un estilo finísimo y delicado, con mucha ternura por lo que está haciendo, que es, en definitiva, conocer gente, el que más tarde fuera gran filósofo nos lleva a una India original, uno de esos lugares que se están echando a perder. En buena medida, es más auténtico el viaje a través de esta lectura, que el del turista o el mochilero que viajan a Rajasthan el año 2018.
Contaba el filósofo Julián Marías que a sus diez años ya fantaseaba con el universo variopinto de la India. Cumplió con ese viejo sueño a los cuarenta y cinco, cuando en el verano de 1959 recorrió Mumbai, Bangalore, Mysore, Chennai, Calcuta, Delhi y Agra con ocasión de un congreso de Filosofía. India llevaba en ese momento poco más de una década de independencia, pero era ya el joven y anciano país sobre el que muy pronto planearía una enorme masa de viajeros occidentales en busca de algunas de las preguntas y respuestas que ya anticipaba Marías.
De su maestro Ortega y Gasset extrae la pasión por el mirar haciendo nuevo lo consabido, que es la esencia de las imágenes que configuran una idea de India: de su prodigioso cine, a sus ubicuas vacas; de sus muchedumbres urbanas al gentío de sus carreteras; la religión, la muerte y la vida y siempre la alteridad como circunstancia y confluencia de nuevos saberes. Entre los escasos testimonios españoles de la experiencia india, el de Marías, que recuperamos tras décadas de olvido, es de obligada lectura.


China Fast Forward
Sergi Vicente
Península
420 páginas


"En un momento me pregunté si valía la pena que mis hijos vivieran en un país con tanta contaminación o donde lo que comes te puede provocar tres piedras en el riñón como a mí". Esa es una de las preocupaciones de un periodista que ha tardado años y años en destilar este libro. La India y China son los dos observatorios favoritos de los viajeros. Pero Sergi Vicente añade al relato todas sus preocupaciones, no ya solo una crónica de carácter social o el relato de las fantasías. De hecho, el miedo a perder la curiosidad y la pasión le llevó a plantearse escribir este libro. En él, la política, es decir, la presencia del ciudadano en la formación de la Polis griega, la corriente que exige democracia, la ineficacia de la disidencia, carecen de presencia de una forma enigmática. Si quieres formar parte de ella, has de estar prevenido, porque un funcionario te invitará a tomar té antes de ser detenido. El Partido Comunista Chino sigue teniendo la sartén por el mango y eso condiciona hasta el punto de estar integrado en la vida cotidiana, tanto como el arroz. "Todas las muestras de libertad en China no dejan de ser voladuras controladas", confiesa Sergi Vicente, que se ha casado con una mujer de un país en el que apenas se tiene derecho a sacar el tema de los derechos humanos en las negociaciones con otros países, no sea que el gobierno chino deje de comprar aviones a las empresas europeas.

Seguramente tan poco como cuando Sergi Vicente aterrizó allí en 2002 con algunas nociones de mandarín y la idea de dar clases de inglés durante tres semanas. No llegó a utilizar el billete de vuelta. A lo largo de los más de doce años que siguieron amplió sus conocimientos del país, del idioma y de sus habitantes y, convertido ya en corresponsal de televisión, recorrió todas las provincias chinas en busca de la noticia.
Su periplo coincidió con una época de profundos cambios en el país asiático que han catapultado a China a la primera línea informativa. En muy pocos años, la población china, más del doble de la europea, ha pasado de las estrecheces a una confortable existencia de clase media. Como contrapunto, están ahora en primer término el replanteamiento de prioridades político-económicas y las urgencias medioambientales y de seguridad alimentaria de un país demográficamente al límite. Es el precio de estar pasando a cámara rápida del comunismo maoísta al capitalismo de Estado.
China Fast Forward es un relato trepidante, hecho desde el conocimiento del territorio y la cultura chinas. Es una historia de amor y desamor a un país. Pero sobre todo es un libro imprescindible para entender cómo es la China de hoy y cuáles son sus retos inmediatos de futuro.


Pirenaica
Ander Izagirre
Geoplaneta
290 páginas

No vamos a llamar a engaño: Ander Izagirre se ha convertido en el mejor cronista vivo de este país. O al menos, tan bueno como el mejor. Hasta ahora su presencia ha sido algo marginal: sus libros se han publicado en pequeñas editoriales, esas que hacen labor de zapa, que apuestan por gente como Ander, que ya demostró su talento con poco más de veinte años, y que ha viajado por medio mundo antes de cumplir los cuarenta. Pero tiene una debilidad: la bicicleta. Para él es algo más que un vehículo. Es la materia que necesita para internarse en más hermoso campo de juego que posee ningún deporte. Algo que comparte con cualquier otra experiencia de montaña, a la que solo el mar le disputa el trono. En este caso, Ander recorre los Pirineos. Estamos cerca, estamos en casa, estamos frente a algo que también nosotros podemos hacer. De ahí ese formato tan peculiar, pues las crónicas literarias se visten de guía de viajes. Pero da igual el vestido. Ander no quiere ocultar la ilusión, y de esa materia es de la que se nutre la literatura.

Montañas medio mágicas y hombres medio osos, un pueblo de pescadores chiflados y un Tour sin un solo cuerdo, una aldea cubista y un viento surrealista, osos eslovenos y peregrinos coreanos, una guerra que empezó por una señal de Stop y otra que acabó por tres vacas, monstruos tímidos y camareros gruñones, un país enano entre montañas gigantes, emperadores enamorados y condesas pelirrojas, héroes de mentira y esclavos de verdad. Y un zorro.

Pura vida
Patrick Deville
Traducción de José Manuel Fajardo
Anagrama
280 páginas

Hasta que llegó Patrick Deville, leer biografías era un esfuerzo. Se trataba de un género árido, en el que la precisión por el detalle a tiempo se imponía a cualquier trazo literario. La composición era cronológica, la voz templada, la figura central única. Pero Deville ha hecho de las biografías de viajeros una narración espléndida, en la que no le importa confundirnos con la intromisión de personajes improbables, pero no imposibles. En este caso, Williiam Walker es quien da pie a una novela protagonizada por uno de esos tipos que no saben vivir si no es huyendo. Reúne a figuras legendarias de las guerras de Centroamérica, y no le importa intercalar acciones y situaciones ridículas con mitologías que manipula con la misma inventiva que Borges. En las obras de Deville no aconsejamos la lectura crítica y erudita. Se trata de un narrador nato que nos propone entrar en un río a través, siempre, de un personaje magnético, uno de esos tipos de los que uno se pregunta por qué diablos no ha oído hablar antes. Deville está construyendo, poco a poco, un nuevo panteón de leyendas de viaje.

En el centro de este libro está la figura de William Walker, personaje desmesurado, casi inverosímil, pero real. Un aventurero y filibustero nacido en Nashville, marcado por la muerte de su amada y fascinado por los poemas de Byron, que en el siglo XIX partió a la conquista de Sonora –y llegó a fundar una República de Sonora que acabó en fracaso– y después llegó a Nicaragua con un grupo de hombres armados y consiguió presidir el país durante un breve periodo para más tarde, con sólo treinta y seis años, enfrentarse a un pelotón de fusilamiento en Honduras.
Sobre este personaje «entre ridículo y sublime», al que el New York Tribune llamó en su día «el Don Quijote de América Latina», escribe el narrador de la novela desde un hotel de Managua. Y a través de sus evocaciones, pesquisas, recorridos y encuentros emergen conquistadores, libertadores, dictadores y revolucionarios, figuras como Gonzalo Fernández Oviedo, Bolívar, Francisco Morazán, Narciso López, Antonio de la Guardia, el Che y su sombra –el agente doble Che .50, una figura digna de una película de James Bond–, Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez...
He aquí una novela total, abierta, poliédrica, laberíntica, que se ramifica en mil historias y dibuja, a partir de la indagación en un personaje histórico disparatado, un collage de imágenes, un puzle de situaciones que dan como resultado una estimulante y panorámica mirada sobre la convulsa historia de América Latina, forjada sobre utopías y violencia. Pura vida es una narración envolvente, erudita y ágil con la que Patrick Deville inició un ambicioso ciclo novelístico que recrea la historia a partir de personajes reales arrastrados por la aventura y el ideal, y del que forman parte las también deslumbrantes EcuatoriaPeste & Cólera y Viva.


Tierra madre
Paul Theroux
Traducción de Mariano Peyrou
Alfaguara
643 páginas

Este no es un libro de viajes ni de aventuras. No es un libro de olas y cumbres. Esto es una novela sobre una familia que habita en uno de los lugares emblemáticos de Estados Unidos, Cape Cod. Ni siquiera la familia se desplaza, como ya hicieran los protagonistas de La costa de los mosquitos, para permitirle escribir sobre el mismo tema. ¿Qué hace, pues, Tierra madre en esta selección? Sencillamente, rendir un homenaje a quien más se lo merece. Alfaguara publica a la par que esta novela El gran bazar del ferrocarril, el libro de viajes que lanzó al Olimpo de los viajeros a Paul Theroux. Desde entonces, no ha hecho sino deleitarnos. Hasta que en El último tren a la zona verde decide poner fin a sus periplos, explicándonos por qué en unas ochenta páginas que son la mejor reflexión sobre el viaje que se puede encontrar en las bibliotecas.
Cuando alguien suelta la pregunta tipo ¿quién es el mejor escritor de libros de viajes?, las respuestas varían. El primer lugar lo puede ocupar Bruce Chatwin, Jan Morris, Colim Thubron, Patrick Leigh Fermor, Rebecca West o Robert Byron. En eso es complicado ponerse de acuerdo. Pero en lo que todos coinciden es en que el segundo mejor escritor de libros de viajes es Paul Theroux. Por eso siempre estará aquí, con nosotros, incluso en este tipo de novelas en las que no podemos escrutar para distinguir cómo ha afectado una vida de viajes a la literatura que destila.

Para los habitantes de Cape Cod, madre es un ejemplo de piedad, austeridad y trabajo duro. Para su marido y sus siete hijos, es egoísta, a veces mezquina, siempre tirana y disfruta enfrentándolos entre sí. Angela, su favorita que murió en el parto, es la única capaz de entenderla, según dice a los demás. Entre estos se incluyen Fred, un abogado de oficio; Floyd, un divertido profesor; un par de inseparables hermanas cuya devoción por la figura materna ha consumido sus vidas, y JP, el narrador, un escritor de éxito cuyo trabajo menosprecia.
Tierra madre es un punzante retrato del impacto que el narcisismo materno puede tener en una familia, un cautivador, doloroso y a menudo divertido relato sobre una gran familia que discute, conspira, se confabula y finalmente vence los dolorosos lazos que la unen.

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