miércoles, 6 de junio de 2018

OH GUETO MI AMOR


Oh gueto mi amor
Eduardo Halfon
Ilustrado por David de las Heras
Páginas de espuma
Madrid, 2018
63 páginas

Un hombre, un tal Eduardo, con un porcentaje de sangre judía y polaca, aunque afincado lejos de Europa, nacido lejos de Europa, siente que está incompleto si no termina de componer todo el pasado de su familia. La atrocidad de los sucesos en guetos como el de Varsovia, durante la Segunda Guerra Mundial, tuvieron lugar hace un tiempo indefinido: o somos todavía rabia o somos olvido. O somos, como elige Eduardo, melancolía. Convencido de que no hallará respuestas de no ver con sus propios ojos el lugar, se embarca en un viaje casi silencioso hacia el gueto, buscando la calle y la casa donde alguno de sus abuelos vivió, por llamarlo de alguna manera, la crueldad de la Shoah. Allí encuentra el apoyo de una mujer tan fea como enigmática, que se dedica a ayudar a gente como Eduardo. Él no es el primero y ella, que carece de raíces judías, dedica su tiempo a investigar lo que gente como Eduardo necesita resolver. Porque para Eduardo es una necesidad expresada. Sin embargo, para la mujer la necesidad es un enigma. ¿Por qué lo hace? Salta a la deducción razones como el sentido de la culpa, por el único motivo de ser una de las emociones que nos empujan con más frecuencia. Pero jamás ha dado una pista, ni siquiera una mirada, sobre los motivos de su entrega.
Y así Eduardo vaga solo, buscando, mirando, imaginando. Con un gabán comprado porque le extraviaron las maletas durante el viaje en avión. Apenas puede comunicarse y apenas queda nada que le resuelva sus dudas. Tal vez porque todos nos sentimos incompletos y tal vez porque no sabemos hacia dónde proyectar esa escasez que nos acompleja. El gueto, en el que espera encontrar un amor, de ahí la melancolía de este relato hermosamente ilustrado, encuentra que los hombres y las mujeres aman. Se aman y aman a sus hijos. Y aman los recuerdos, incluidos los de aquellos a los que gente como la mujer que le ayuda rinden tributo de una u otra manera. Pero lo que existe, lo que realmente sucede, es la narración, lo que vamos construyendo a medida que los segundos del reloj van sumando tiempo a nuestro pasado y anuncian nuestro futuro.

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