La mirada imposible
Agustín Fernández Mallo
Wunderkammer
Girona, 2021
93 páginas
Somos, resolviendo así la
duda del príncipe de Dinamarca, en la medida en que nos observan: “La idea de
que el sujeto arma su propia identidad y más o menos la controla no es más que
una mentida consoladora. La identidad nos la construyen los otros en un proceso
que incluye exclusivamente su mirada, y en el que poco o nada podemos
intervenir”. No es, pues, el anacoreta en la cueva del desierto, o es,
sencillamente, menos, pues quien le observa es Dios, que es, a su vez, una
proyección de lo que él observa: su interior, su deseo, su fuga. Sin embargo,
como el propio Fernández Mallo va aclarando en un inicio que explica la
motivación del ensayo, somos o queremos ser uno y otro al mismo tiempo:
impostamos como si pretendiéramos vivir varias vidas. El referente será móvil,
pendular, y supondrá la constante elaboración de pactos con algo que no
conseguiremos jamás definir, que es la realidad, aunque sí conseguimos
cuestionarnos su contrario, la irrealidad, cuánto de irrealidad nos forma, que
es el tema sobre el que el autor cimenta los mejores párrafos. Los cambios de
punto de vista irán añadiendo espectros, sobre los que indaga Fernández Mallo
con referencias constantes a la cultura, al cine -como, por ejemplo, a Kim Ki
Duk-, a la poesía de, sobre todo, Alejandra Pizarnik. La información sobre la
identidad será material y será sentimental, como apunta el autor, que deja
visos de creer que en nuestro interior hay un planeta de humanidad que escapa a
lo práctico, a los actos de sobrevivir. Se trata, de alguna manera, de
considerar que el interior que nos habita es ilimitado.
Levántate, sal del
sepulcro y camina. No somos sólo las noticias, que son acosos que también nos
construyen. En buena medida, somos el resultado de nuestros actos. Pero ¿se
reduce a ese resultado, a la construcción que hacen quienes nos observan, la
identidad? El debate seguirá abierto, y Fernández Mallo no va a renunciar a saltar
al campo de juego para participar en él.
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