Mujeres
en guerra
Javier
Sánchez Zapatero y Sara Velázquez-García (eds.)
Comares
Granada,
2025
187
páginas
El
deseo de cambiar el mundo, de protagonizar una revolución que mejor el decurso
de la humanidad, no ha cesado de ser el impulso para poner en marcha algunas de
las grandes conquistas, pero también la intención de mejorar la vida propia y
la del entorno más inmediato. No hace falta ser Alejandro Magno, ni Atila, ni
uno de los chavales que asaltaron la Bastilla o el Palacio de Invierno, para
cambiar un pedazo de mundo y soñar con que ese aleteo de mariposa provocará una
tormenta revolucionaria, tal vez a miles de kilómetros pero con efecto
boomerang. Los mejores tiempos tienen que estar al llegar y a nosotros se nos
exige que no nos quedemos parados aguardando ese momento. Nada va a mejorar en
este planeta si vivimos por inercia. Esto parecen haberlo sabido mejor los
protagonistas del pasado que la gente de nuestros días, encantada de enchufarse
a cualquier serie de cualquier plataforma. Reencontrarnos con ese espíritu de
lucha y decencia es parte de la intención de este libro, Mujeres en guerra,
subtitulado como Visiones de la contienda española desde el extranjero. 
La
otra intención es la de recordarnos que durante una guerra no solo existían los
que disparaban y, sobre todo, los que ordenaban los disparos. Esta recopilación
de artículos conforma un mosaico en el que se presta atención a mujeres
extranjeras que han sentido la guerra que tuvo lugar en nuestro país entre 1936
y 1939. La mayoría de ellas vinieron aquí, siguiendo un sentido de la justicia
al que nunca es suficiente el volumen que se le concede. A través de la
crónica, y en ocasiones de la ficción, expresaron la trascendencia mundial que
estaba implicada en la contienda: lo que estaba en juego no era una victoria de
poder, sino de modelos de sociedad, en las que ellas veían la opresión y la
tiranía frente a una organización que elaborara desde abajo algo que facilitara
la vida de todos y cada uno de los ciudadanos.
Vinieron
desde América Latina y desde diversas regiones de Europa, y han sido grandes
desconocidas que ahora, por fin, tienen un espacio desde el que podemos saber de
ellas. Debemos aclara que los textos tienen una intención académica, algo que
no enturbia su atractivo, dado que basta la mera enunciación para que nos sintamos
afectados al irlas conociendo. Se llamaban Carmen Lyra, Luisa González, Emilia
Prieto, María Luisa Carnelli, Carlota O’Neill, Smone Weil, Ruth Rewald, Percy
Phelps, Nan Green, Josephine Herbst, Anita Brenner, Victoria Hislop. Y a partir
de estos escritos, que nos dan un sustrato idóneo, uno no puede dejar de sentir
la tentación de conocer algo más sobre ellas. Sabemos que son valientes,
sabemos que son inquietas, sabemos que no consienten la injusticia, y hasta vamos
a aprender algo sobre sus biografías, pero la información que obtenemos nos
deja con la sensación de que nos gustaría saber algo más sobre ellas. Aunque
solo sea por eso, el trabajo de estos profesores ha merecido la pena.
Lo
que más sorprende del volumen es toparnos con un efecto muy emotivo en un
trabajo muy académico. Y es que de eso se trata, de ir ampliando el mundo, de dar
a conocer lo que ni siquiera habíamos intuido que existiera. Esa es otra forma
de revolución, una demostración de que podemos afectar a lo que sucede, aunque
sea con movimientos de ala de mariposa, y que esa afectación también supone cambios,
mejoras. Bienvenidos sean trabajos como éste. 

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