Hemos pensado que, en esta ocasión, para los días con menos luz y más frío, para los días en los que uno ha de rascar un poco los bolsillos, merecía la pena buscar algún libro que le haga a uno quedar como un rey si lo regala, y como una reina si lo lee. ¿O tal vez sea al revés?
Este año nos hemos propuesto fomentar la mejor literatura de cara a las próximas vacaciones. Nuestro trabajo es recomendar libros que relacionen la montaña o el mar, con más o menos riesgo, con los libros. Llevamos mucho tiempo dando cuenta de memorias de aventuras en cimas y navegaciones; de experiencias al límite y de programar una vida alrededor de la incertidumbre; de apañarse con cuatro duros para poder dedicarse a la pasión o de rendir homenaje a alguna hazaña. Por aquí han pasado clásicos de la expedición polar o diarios de ruta de algún aventurero occidental. Y siempre hemos querido guardar algo de nuestras fuerzas para los que transmiten tantas ganas de vivir como, por ejemplo, Kilian Jornet, cuyo último libro Summits of my Life (Now Books) recomendamos, sin duda, aunque no aparezca ahora. Aparecerá. Porque hemos pensado que, en esta ocasión, para los días con menos luz y más frío, para los días en los que uno ha de rascar un poco los bolsillos, merecía la pena buscar algún libro que le haga a uno quedar como un rey si lo regala, y como una reina si lo lee. ¿O tal vez sea al revés?
El atlas
El atlas fantasma. Grandes mitos, mentiras y errores de los mapas
Edward Brooke-Hitchings
Blume
Entre impostores y torpes, entre navegantes despistados y bebedores que se dejaban llevar por la imaginación, entre cartógrafos presumidos y conquistadores de palacio capaces de cualquier cosa por un ducado real, Edward Brooke-Hitchings rescata historias fantásticas que podrían haberse presentado en otro formato. Pero la editorial Blume ha escogido el del Atlas, con sus mapas clásicos, su papel cuché, su maquetación de lujo, su encuadernación de fábula. Un libro que aparenta ser de los que uno ojea, pero cuyo contenido no decepcionará a todos los que hayan disfrutado de obras como Fuera de mapa (Blackie Books) o Atlas de islas remotas (Nórdica y Capitán Swing). Ojo: estos dos libros también van en el lote de los mejores regalos.
Una recopilación de los «fantasmas» geográficos más destacados que han aparecido en los mapas históricos así como ficciones peregrinas de la historia, razas míticas y bestias destructoras de navíos... entre otros mitos, mentiras y errores cartográficos.
A partir de relatos fascinantes y hermosas ilustraciones, este atlas único presenta las creencias más disparatadas que han pasado a la historia, que mostraban una realidad solo existente en la imaginación de nuestros antepasados.
Se pensaba que en las tierras de la Patagonia abundaban los gigantes de 2,7 m de altura, se creía que la isla de California estaba separada del continente norteamericano y existía la certeza de que las montañas de Kong cubrían gran parte del continente africano.
El viajero imaginario
Sandró de Cheguen
Fazil Iskander
Traducción de Fernando Otero Macías
Automática
Podríamos hacer un artículo solo enumerando las obras a las que le debe tanto este descubrimiento que Automática pone sobre nuestras mesas: desde El Quijote, claro está, hasta La vida de Kostas Venetis (Dos Bigotes), por decir alguno representativo de los grandes descubrimientos de libros en los que el personaje central se ve abocado a viajar. No son libros puramente de viajes. Aunque, en última instancia, todos los libros son viajes, pero sí pertenecen, por seguir la taxonomía filológica, a la obra itinerante. Así como Alonso Quijano nos llevó por las tierras de algo que ahora llamamos España, así como Tom Jones nos llevó por las británicas, Sandró de Cheguem nos lleva a Abjasia, que es un lugar que, desde que empezamos la lectura, no deseamos abandonar durante una temporada. El libro es una epopeya cómica.
Fazil Iskander es uno de los escritores en lengua rusa más destacados de la segunda mitad del s.xx, y Sandró de Cheguem es su obra más importante. Esta colección de historias, que giran en torno a la figura del tío Sandró, paradigma de la picaresca, y al destino de la ficticia aldea abjasia de Cheguem y sus habitantes, nace con la intención de infundir ánimo entre unos deprimidos compatriotas, mostrándoles una realidad muy distinta del «cruento carnaval de burocracia soviético»: la colorista «poesía de la vida popular», tal y como se respiraba en las alturas de Cheguem. La historia del tío Sandró es también la historia de Abjasia y de su gente, de sus costumbres y folklore, de sus supersticiones, miedos, esperanzas... y, al mismo tiempo, es parte de la historia de Rusia y de la Unión Soviética; por estas páginas desfilan, como uno más entre tantos personajes inolvidables, el Príncipe de Oldemburgo, Stalin o Beria. Con esta edición, que recoge los relatos más representativos del vasto universo creado por Iskander, pretendemos saldar, al menos parcialmente, una deuda pendiente con las letras rusas y presentar al lector en lengua española una de sus obras más universales.
La ciudad total
Estambul. Ciudad y recuerdos
Orhan Pamuk
Traducción de Rafael Carpintero y Pablo Moreno
Literatura Random House
Podríamos haber buscado algo sobre Manhattan, o una suma de las infinitas obras que ahora mismo uno encuentra sobre Manhattan. Porque parece que no hay escritor que quiera morir sin haber dejado por impreso su idea de ciudad total a partir de la capital del mundo. Pero no. No, porque pensamos que las ciudades totales no son como Manhattan. Porque las ciudades totales contienen el caos total a la par que las dimensiones humanas. Eso es lo que sucede en Ciudad total (Literatura Random House), de Suketu Mehta, que es quien nos permite nombrar este capítulo, aunque, en su caso, trate sobre Bombay. Pero Estambul recoge detalles que son de aventura urbana, sí, de tercer mundo, sí, de la atracción oriental que denunciaba Edward Said por tomar a occidente como referencia del mundo, pero también recoge esa parte de occidente que somos nosotros. El Estambul de Pamuk podría ser también la ciudad de nuestra infancia. Por otra parte, la nueva edición de Literatura Random House merece un puesto de honor a la hora de valorar que todavía se pueden editar libros tan seductores que aturden.
Estambul. Ciudad y recuerdos es sin duda el libro más célebre de Orhan Pamuk. Su publicación en lengua española en 2006 y la obtención del Premio Nobel ese mismo año colocaron al autor en primera línea del panorama narrativo internacional, convirtiéndose en el gran referente de la literatura turca. El autor nació en Estambul y aún hoy sigue viviendo en el mismo apartamento familiar. El retrato de esta ciudad asentada en las ruinas de un imperio perdido, con sus decrépitas mansiones con vistas al Bósforo, así como de la familia de Pamuk y de los escritores y artistas que dieron forma a la percepción de la metrópoli, es a su vez un autorretrato refractado por el hüzün, la «melancolía turca» que comparte con sus conciudadanos, y por su propia memoria.
Desde la publicación original de la obra, Orhan Pamuk ha seguido ampliando su colección de fotografías de Estambul, seleccionando más de doscientas imágenes adicionales, provenientes de sus archivos familiares, de coleccionistas especializados en la ciudad y de fotógrafos como Ara Güler o Henri Cartier-Bresson, para incluirlas en esta nueva edición definitiva que además incorpora una introducción inédita. Como el Dublín de Joyce y el Buenos Aires de Borges, el Estambul de Pamuk es un victorioso y conmovedor encuentro entre un lugar y la sensibilidad de un gran autor de nuestro tiempo.
Los clásicos
The Dharma Beats
AA.VV.
Varasek
Este es uno de esos libros que uno lleva recomendando meses y no se cansa de hacerlo. El trabajo de edición que han llevado a cabo Antonio Cordero o Beatriz Rubial, El diseño y maquetación de Javier Narváez y Eva García, al margen de las traducciones y los prólogos, coloca a esta obra entre los mejores regalos del momento. El libro es un homenaje a la generación Beat. Es cierto que fue un movimiento fugaz. Porque eso fue, un movimiento. Nada del estilo de una etapa del arte, no. De hecho, los protagonistas de la generación Beat se hubieran reído de saber que se les consideraría un referente cultural. Ellos se movían con la libertad que podían por las carreteras y por las calles. Y con esa misma libertad escribían bajo una única condición, tuviera la forma que tuviera el texto, ellos estaban reinventando la poesía. Los nombres que figuran en la nómina del libro no dejan lugar a dudas: Jack Kerouac, cuyo On the Road tal vez esté algo sobrevalorado como literatura, pero no como estilo de vida; Gary Snyder, nuestro favorito, el hombre que actualizó el concepto de salvaje y de naturaleza y del que Varasek ya ha publicado La práctica de lo salvaje, un libro precioso; y tres nombres que acompañan a los dos genios y que gracias a la editorial redescubrimos: Lew Welch, Philip Whalen y Michael McClure.
En una mezcla de romanticismo y budismo, los poetas beat abrieron los ojos al aspecto trascendental y luminoso de la experiencia, que en su caso se trasladaba al camino, la naturaleza, la camaradería y una nueva visión espiritual más vasta.
The Dharma Beats, el título de este libro, es un claro homenaje a “Los vagabundos del Dharma”, la obra de Kerouac donde aparecen los poetas que componen esta muestra, su relación con la filosofía oriental y su visión del universo. Reunir por primera vez a Jack Kerouac, Gary Snyder, Philip Whalen, Lew Welch, Michael McClure y Joanne Kyger bajo un mismo libro permite que descubramos poéticas beat en una antología, peculiar y única respecto a las traducciones que hasta ahora se han publicado en España. Una mirada más amplia y diversa a las poéticas de este grupo de escritores. San Francisco como cuna de la revolución cultural y literaria que sería la Generación Beat y también toda la contracultura hippie de los sesenta y setenta.
El gran explorador
Nansen, Maestro de la exploración polar
Javier Cacho
Fórcola
Primero fue Nansen. Y con él se terminó todo. Porque nadie ha sido capaz de superarle. La especialidad del explorador noruego fueron los hielos polares. Sus registros se superaron rápidamente, pero no su mayor hazaña: gracias a él, nació la expedición polar como tal. Fue Nansen quien enseñó al Duque de los Abruzos o a Robert F. Scott, por no mencionar a Amundsen, cómo se debía realizar una expedición polar. Fue él quien diseñó el material, la ropa, la estrategia. Mientras en las expediciones al Himalaya los alpinistas llevaban ropa propia de un paseo por la región de los lagos, Nansen ya había ideado cómo afrontar el rigor extremo. Y ahora nuestro querido Javier Cacho, un científico de élite y un escritor que ya ha demostrado su valía, nos narra su historia. Cacho no olvida sus valores humanos, pues gracias a su experiencia, Nansen se hizo valer en la política internacional y creó un pasaporte para refugiados, válido en varios países, que le valió el premio Nobel de la Paz. Con este libro, Javier Cacho da por finalizada su trilogía polar. Si os gusta, que va a ser que sí, recuperan la biografía que escribió sobre Shackleton o la descripción de la rivalidad entre Scott y Amundsen.
Tras seducirnos con el relato de la trepidante carrera por la conquista del Polo Sur protagonizada en 1911 por Roald Amundsen y Robert F. Scott, y conmovernos con la historia de las hazañas y derrotas en la Antártida de Ernest Shackleton, Javier Cacho nos invita a conocer la intensa vida del maestro de la exploración polar Fridtjof Nansen (1861-1930). De porte atlético y distinguido, Nansen fue un magnífico jinete, experto esquiador y mejor cazador; hombre culto y buen conversador que hablaba varios idiomas, su cordialidad, su personalidad y sus dotes de buen orador causaron sensación. Idealista y soñador, como explorador Nansen revolucionó la técnica de los viajes polares y, con independencia de sus logros, se convirtió en la autoridad indiscutible en esa materia, a quien todos acudían en busca de consejo.
De formación científica, destacó por sus estudios de zoología, fue un gran especialista en oceanografía –propuso la teoría sobre los movimientos de las aguas profundas del Atlántico Norte–, y realizó contribuciones significativas en el campo de la neurología. En 1888 afrontó el desafío de atravesar Groenlandia por primera vez, y logró adquirir fama internacional tras alcanzar el récord de latitud Norte de la época —86°13′— durante su expedición en el Fram al Polo Norte entre 1893 y 1896.
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